Durante estos días, varias personas muy que siento muy cercanas se van a vivir fuera de España, previsiblemente por periodos largos de tiempo.
Esto, además de ponerme triste, me he hecho recordar un texto que aunque no tengo ahora conmigo para poder reproducirlo, recuerdo perfectamente que leí hace muchos años en un libro de Ramiro Calle que se llamaba algo así como Pensamiento oriental o Pensamiento de Oriente.
En cualquier caso, el texto hablaba de un maestro que al despedirse de su alumno, le decía que no se entristeciera porque ningún encuentro o despedida tiene lugar en realidad. Que todo y todos estamos unidos y formamos parte de lo mismo y que por tanto alegrarse o entristecerse no es sino una ilusión de nuestra mente.
Que eso es así, yo lo sé. Que a veces me cuesta experimentarlo, también.
Sergio Fernández
1 comentarios:
Hola Sergio,
Caray con el planteamiento. No dudo que sea muy certero pero si que ofrezca consuelo... al menos compasivo...
Muy bueno.
Saludos,
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