viernes, 31 de julio de 2009

202 | Cuanto más doy, más tengo

Sigo haciendo entrevistas sobre Vivir sin jefe como si la vida me fuera en ello cada día. 

Ayer jueves fueron dos en concreto y con ellas Vivir sin jefe lleva ya más de 50 apariciones en medios de comunicación en su primer mes de vida y además las primeras informaciones apuntan a que las ventas van mejor que bien...

En fin, en el transcurso de la segunda entrevista, iba diciendo, una joven periodista que está empezando me preguntaba cómo buscarse la vida. Esto de tener publicado un libro sobre el tema de vivir sin jefe hace que todo el mundo te pregunte lo mismo...

Y como yo quiero ser como Silvio Rodríguez cuando canta eso de "he estado al alcance de todos los bolsillos", pues trate de ayudarle lo mejor que pude en función de lo que yo he aprendido en la vida. Ella se fue contenta de llevarse alguna idea nueva. Y yo encantado de haberla ayudado.

Lo curioso de esto es que la respondí feliz y cuando regresaba a casa [un gran momento para pensar el de volver a casa. Sobre todo cuando es en la bici...] me di cuenta de que la mayoría de las personas están encantadas de contar cómo han logrado las cosas.

Y me acordaba de una conversación que tenía hace algunos meses con una persona bastante mayor y bastante rica en lo económico que me comentaba, sorprendida, que le parecía extraño que con el interés que tiene aparentemente todo el mundo en conseguir dinero, casi nadie le hubiera preguntado en mucho tiempo cómo había conseguido ese objetivo.

Lo que quiero decir con esto es que si tienes algo que preguntar, pregúntalo. Si hay alguien que piensas que te puede contar algo de interés, pregúntaselo. Lo más posible es que esté encantado de ayudarte y de responderte. Pero sobre todo, que si hay alguien que te pregunta algo o te solicita ayuda, si está en tu mano, ofrécesela porque esa es la mejor manera que se conoce hasta el momento para que las cosas sucedan.

Al menos esta es mi manera de estar en el mundo: si tengo algo que preguntar o que pedir, lo hago. Si puedo responder u ofrecer, lo hago. Y en ambos sentidos me siento cómodo.

Sergio Fernández

jueves, 30 de julio de 2009

201 | El hombre que tuvo la fortuna de fracasar

Hoy entrevistaremos a eso de las 13:15 en Protagonistas Madrid de Punto Radio a José Luís Montes, autor del libro El hombre que tuvo la fortuna de fracasar.

Del libro me ha gustado sobre todo la primera parte, en la que el autor reflexiona sobre el éxito y el fracaso.

Hay una idea que me ha gustado especialmente y es la que expone al principio del capítulo 3 donde habla del fracaso antes del fracaso. Allí habla de que sucede cuando fallamos en conseguir algo, que además y de hecho no era lo que deseábamos en realidad...

José Luís se pregunta también por lo que sucede cuando conseguimos lo que pensamos que queremos y esto nos aleja de lograr lo que de verdad queremos.

Y se pregunta ¿Por qué hay tanta gente infeliz, deprimida e insatisfecha? ¿Quizá porque no consiguen lo que quieren, porque hay muchos fracasados? ¿O quizá es porque lo que persiguen y consiguen no es lo que verdaderamente quieren?

Sergio Fernández

miércoles, 29 de julio de 2009

200 | ¿Quién escribe las cosas?

Uno de los aspectos inesperados de escribir un libro está residiendo, al menos para mi, en la cantidad de preguntas que me están formulando todos los días los periodistas al respecto de cuestiones que de manera directa o tangencial están relacionadas con el libro.

Pues bien, durante el transcurso de una entrevista, esta mañana me preguntaba una periodista por qué los libros de management, de empresa e incluso de autoayuda, tienen en general un aire optimista y positivo, cuestión que para ser sincero, nunca me había preguntado.

Aunque en el momento he respondido a esta pregunta, que tiene más chicha de lo que a priori pueda parecer, luego me he quedado dándole vueltas al tema...

Se me ocurren varios motivos.

Uno de ellos es que las personas que pueden tener interés en contar algo a los demás son en principio aquellas a las que les ha ido bien o medio bien. Aunque mi libro Vivir sin jefe habla de errores y por ello rompe un poco la norma, no es menos cierto que alguien que escribe un libro normalmente ha tenido cierto éxito en llevar a cabo lo que está contando. O si se ha equivocado al menos ha logrado salir a flote.

Otro motivo podría ser que la historia la escriben siempre los que ganan. En los libros de empresa y sobre todo en los de historia, pero en los de empresa también.

Y sin embargo, el motivo que valoro como fundamental es que para que las cosas salgan bien en la vida hace falta una combinación de saber, querer y poder. Pero sobre todo, de ilusión, de positivismo y de constancia. Y por eso las personas que obtienen resultados no es extraño que combinen en mayor o menor medida alguno de los anteriores ingredientes. Y por ello no es es extraño tampoco que los libros de management sean por lo general, optimistas y positivos.

Sergio Fernández

martes, 28 de julio de 2009

199 | Patinando sobre el hielo

Dicen que cuando vas a toda velocidad patinando sobre un lago, si ves que el hielo empieza a desquebrajarse, lo único que puedes hacer es patinar más deprisa.

¿Será esto lo que cada uno de nosotros hacemos en este mundo que va cada vez más deprisa?

Sergio Fernández

lunes, 27 de julio de 2009

198 | ¿Cómo que qué hago en vacaciones?

Ya es hora de reconocer que nos hizo el lío.

Aquel día en el que Descartes se levantó inspirado y dijo "pienso luego existo" no fue un gran día para Occidente.


Al señor se le podría haber ocurrido algo más parecido a la realidad como "existo luego existo" pero entonces seguramente nadie, las cosas como son, le hubiera hecho mucho caso. O quizá podría habernos legado "existo luego pienso" pero éste, la verdad, como slogan tiene mucha menos fuerza que "pienso luego existo" y para ser filósofo también hay que ser un poco publicista.

El hecho es que esta sobrevaloración del pensamiento en detrimento del ser ha tenido varias consecuencias en nuestra manera de entender la vida por esta parte del planeta. Una de ellas es que sobrevaloramos el pensamiento y la consecuencia directa de esto es que sobrevaloramos el hacer frente al existir.

Estos días la pregunta de moda definitivamente es ¿Qué haces en vacaciones? Y más vale que tengas preparada una respuesta convincente. De otras manera estás perdido socialmente.

La cuestión es que hoy me he dado cuenta de que todo el mundo pregunta ¿Qué vas a hacer? Y yo me pregunto ¿Y qué pasaría si no quisiera hacer nada?

Ser, existir no está de moda. Este siglo lo que se lleva es hacer. Hacer un montón de cosas. Por eso, esta mañana me he preguntado ¿Hace cuánto que no solamente soy? Es decir, que estoy sentado sin hacer nada. Que soy sin necesidad de estar enfrascado en cualquier otra tarea, incluido pensar en algo específico.

¿Hace cuánto que no simplemente eres? Creo que la próxima vez que me pregunten que voy a hacer en vacaciones, voy a hacer como Forrest Gump, que cuando le preguntaban ¿Qué vas a ser de mayor?, respondía ¿Es que voy a ser otra cosa?... pues yo creo que voy a responder ¿Es que hay que hacer algo?

Sergio Fernández

jueves, 23 de julio de 2009

194 | 7 días

Hoy hemos entrevistado en Protagonistas Madrid de Punto Radio a Tomás Castillo, autor del libro Aprendiendo a vivir. 

Son varias las ideas interesantes que he extraído de este libro y sobre las que hemos charlado.

Me quedo con tres:

La primera es que el dolor no se puede evitar. El sufrimiento sí.

Otra idea del libro es que no hay enfermos sino personas con enfermedades.

Y la fundamental es una reflexión que hace el autor y que reivindica que se pase de la figura del paciente a la figura del protagonista. Es decir, que las personas recuperen la iniciativa a la hora de curarse de una enfermedad. Para mi, esto es imprescindible.

Al final de la entrevista, Jaume Segalés, presentador del programa, me ha pedido como siempre "unos deberes" para practicar durante la semana.

Y mi propuesta de hoy ha sido que durante siete días no nos quejemos. Si durante estos siete días te sorprendes quejándote de algo, tienes que volver a poner el contador de cero.

¿Siete días sin quejarnos? ¿No parece mucho, verdad? Si estás atento te sorprenderá darte cuenta de que prácticamente todos los días acabamos quejándonos y recuerda que una de las ideas de las que hablábamos hoy era: el dolor no se puede evitar pero el sufrimiento sí.

Siete días. No debería ser mucho. ¿Empezamos? Tres, dos, uno...

Sergio Fernández

martes, 21 de julio de 2009

193 | Presentación de vivir sin jefe

Desde la Web de 4xti.com nos han regalado este video del evento de presentación de Vivir sin jefe. Si no pudiste venir a la presentación, te servirá para hacerte una idea.

Espero que te guste:




lunes, 20 de julio de 2009

192 | ¿Y si tu alcalde fuera un titiritero?

No lo puedo evitar. 

Sé que es un resultado de una educación profundamente utilitarista y también de una especie de miedo ancestral a no tener dinero para hacer la compra, pero lo cierto es que ciertas expresiones de arte me generan con frecuencia la misma pregunta:

¿Qué tipo de ser humano ha podido dedicar tantos años a cultivar ese talento?

El viernes me volvió a pasar. Acudí a ver Pasión sin puñales, en el Circo Price, en Madrid, y antes tanta voluntariedad para cultivar talentos como dar saltos o doblarse por la mitad sin romperse me volví a interesar por las pasiones que nos mueven a los seres humanos: 
¿Qué impulsa a una persona a dedicar su vida a cultivar su faceta de saltimbanqui? La verdad es que mi falta de respuesta debe de tener al menos el mismo tamaño que mi admiración.




Me encanta la belleza por la belleza. Me gustan los artistas que pintan en el suelo de las calles aún sabiendo que el agua se llevará esa obra. Me encanta hacer castillos de arena en la playa. Me entusiasma la pasión humana por conseguir la estética pero de ahí a dedicar una vida a cultivar la habilidad para dar saltos sobre un escenario hay una distancia enorme.

Y para acabar una reflexión que me surgió en pasado viernes en el Price: ¿Qué sería de nuestra sociedad si en lugar de dejar que la gobiernen abogados y economistas, la gobernaran saltimbanquis, titiriteros, payasos y funambulistas?

Y no es una broma. ¿Qué pasaría...? 

Sergio Fernández

viernes, 17 de julio de 2009

191 | Un oasis de escucha

Seguro que te ha pasado.

Te encuentras con un antiguo compañero del colegio, del instituto, de la Universidad o de un antigua trabajo. Lleváis sin encontraros varios años.

Preguntas enlatadas. Como las risas de los concursos: ¿Qué tal te va? ¿Qué haces ahora? ¿Dónde vives?... Lo suficiente como para hacerte un mapa prejuicioso a aproximado sobre esa persona.

Y entonces si decides escuchar, puede incluso pasarte que la otra persona no se interese nada por tu vida. Puede ser que no te haga ninguna pregunta más allá de lo convencional. Pero si tú escuchas y asientes y estás interesado y prestas atención, lo más fascinante es que la otra persona, antes de despediros, te dirá que está encantada de verte y que desea volver a verte de nuevo. Te dirá incluso que le pareces una persona excepcional. Y yo me pregunto... ¿Cómo puede ser eso, si lo único que ha hecho ha sido hablar y no sabe nada de mi?

Esto sucede todos los días. ¿Por qué? Porque cada vez menos personas escuchan y prestan atención sincera a los demás. Mi conclusión: alguien que escucha es un oasis en el desierto.

Por cierto, ¿Escuchas a los demás cuando hablan o estás más pendiente de decir algo ingenioso, de contar tu propia historia o de responder cuando la otra persona habla?
Una observación a este respecto: no pasa absolutamente nada por quedarse callado cuando la otra persona está hablando. Puedes tomarte un rato para pensar o para sentir lo que la otra persona ha dicho.

Sergio Fernández




jueves, 16 de julio de 2009

190 | ¿El amor dura tres años?

Ayer, tras un intenso día de reuniones, charlas y entrevistas, lo único que me apetecía era estar un rato en silencio.

Por la mañana, me pasé por la Librería del Círculo de Bellas Artes, aprovechando que tenía cosas que hacer muy cerca de allí, a comprar El amor dura tres años, de Frédéric Beigbeder, que además es autor de los muy recomendables 13,99 y Socorro, perdón.

Así que cuando llegué por la noche a mi casa, me serví una copa de Mandolás, un excelente y económico vino blanco macerado en barrica de origen húngaro, y me propuse no hacer otra cosa que leer este libro hasta que me venciera el sueño:

Frédéric tiene en este libro el mismo estilo afilado, desgarrador, contemporáneo, ácido y honesto para abrirle las tripas a nuestra sociedad. Y lo hace sin anestesia, como de costumbre. Y en esta ocasión, como en otras lo ha hecho con la publicidad o la moda, lo hace con el amor.

Tengo cierta obsesión con los arranques de las novelas y por eso te dejo con el texto de arranque de este libro para que lo disfrutes:

Al principio todo es hermoso, incluso tú. No das crédito a estar tan enamorado. Cada día trae consigo su liviana carga de milagros. Jamás nadie en el mundo había conocido tanta felicidad. La felicidad existe y es muy simple: consiste en un rostro. El universo sonríe. Durante un año, la vida no es más que una sucesión de soleadas mañanas, incluso cuando nieva por la tarde. Te casas, lo antes posible: ¿para qué reflexionar cuando uno es feliz? Reflexionar te entristece; la vida debe ganar la partida.

El segundo año, las cosas comienzan a cambiar. Te has vuelto más tierno. Te sientes orgulloso de la complicidad que has establecido con tu pareja. Comprendes a tu mujer con sólo medias palabras; qué felicidad conformar un todo. Hacéis el amor cada vez menos y consideráis que no es grave. Estáis convencidos que el fin del mundo está muy lejos. Defendéis el matrimonio delante de vuestros amigos solteros, que ya no os reconocen. Tú mismo, sin ir más lejos, ¿estás realmente seguro de reconocerte cuando recitas la lección aprendida de memoria y resistes la tentación de fijarte en las señoritas ligeras de ropa que iluminan la calle..?

El tercer año, ya no resistes la tentación de fijarte en las señoritas ligeras de ropa que iluminan la calle. Pronto llega el momento en que no puedes soportar a tu mujer ni un segundo más, porque te has enamorado de otra. Sólo hay un punto en el que no te habías equivocado: efectivamente, la vida tienen la última palabra. 


Sergio Fernández

miércoles, 15 de julio de 2009

189 | ¿El segundo mejor momento?

Esta mañana, en el transcurso de una entrevista que me hacía una periodista sobre Vivir sin jefe para una revista económica, me preguntaba si el momento que vivimos es un buen momento para emprender, para ponerse a trabajar por cuenta propia.

Yo contestaba que es el mejor momento, sin duda, por dos razones:

Primero porque este momento es el único que tenemos. Ya, ya sé que es una obviedad pero es que nadie nos garantiza que vayamos a estar leyendo o escribiendo este blog dentro de un año. Así que si quieres hacer algo, el mejor momento es AHORA. Y esto que es obvio no creas que todo el mundo lo tiene tan claro.

Además le comentaba que es el mejor momento porque el que consiga lanzar un proyecto empresarial en este momento de crisis, lo tendrá mucho más fácil dentro de un tiempo, cuando el espejismo colectivo vuelva a reinar, cuando nadie se acuerde de la crisis y cuando vivir por encima de tus posibilidades vuelva a estar bien visto y la gente se lance desaforada a comprar los BMWs de tres en tres.

Y a tenor de esto, esta periodista me ha comentado una frase que me ha encantado y que en el fondo es lo único que te iba a contar hoy... Al parecer hay una frase de origen africano [que raro que no sea chino] que dice:

El mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años. El segundo mejor momento es ahora.

El segundo mejor momento es ahora. ¡Que bueno!

Sergio Fernández

lunes, 13 de julio de 2009

188 | Ningún encuentro tiene lugar en realidad

Durante estos días, varias personas muy que siento muy cercanas se van a vivir fuera de España, previsiblemente por periodos largos de tiempo.

Esto, además de ponerme triste, me he hecho recordar un texto que aunque no tengo ahora conmigo para poder reproducirlo, recuerdo perfectamente que leí hace muchos años en un libro de Ramiro Calle que se llamaba algo así como Pensamiento oriental o Pensamiento de Oriente.

En cualquier caso, el texto hablaba de un maestro que al despedirse de su alumno, le decía que no se entristeciera porque ningún encuentro o despedida tiene lugar en realidad. Que todo y todos estamos unidos y formamos parte de lo mismo y que por tanto alegrarse o entristecerse no es sino una ilusión de nuestra mente.

Que eso es así, yo lo sé. Que a veces me cuesta experimentarlo, también.

Sergio Fernández

viernes, 10 de julio de 2009

187 | ¿A que no te atreves a esto que te propongo hoy?


Ayer hablábamos de nuevo sobre las ventajas e incovenientes de tener un electrodoméstico, por decir algo, como es la TV en casa.

Yo soy un ferreo defensor de exiliar esta delegación del pensamiento único muy lejos del hogar y por ello, esta es una conversación que me sacan con cierta frecuencia.



Lo cierto es que me ha pasado varias veces. Hay personas que se sienten atacadas cuando les expreso mi punto de vista y que defienden la televisión en el salón o en casa. Estupendo. Yo no tengo nada más que decir. Como decía el maestro cuando le preguntó el discípulo sobre qué es la verdad y le respondió: "Lo que funciona", yo digo lo mismo: si a ti te funciona, genial.

Ahora bien, lo que te propongo hoy es un poco arriesgado.

Lo que te propongo hoy es algo tan sencillo como que durante una semana no enciendas la televisión. Hoy te propongo que experimentes. Durante siglos los seres humanos han vivido sin televisión y te garantizo que tu también puedes.

Ya, ya sé que tú casi no ves la tele y que además lo que ves lo seleccionas previamente, eso se da por supuesto. Aún así, esta es mi propuesta. Además me encantará que me comentes luego los resultados de este experimento... a lo mejor descubres que vives en una ciudad que tiene una estimulante vida cultural, a lo mejor descubres, incluso, que tienes una pareja o una familia o incluso amigos... o a lo mejor, todo lo contrario, descubres lo incómodos que son los silencios con tu pareja o con tus amigos. O contigo mismo.

Ya, ya sé que relaja pero piensa en todas las maneras alternativas que tienes de relajarte al margen de hacerlo viendo la TV. Además pienso sinceramente que no hay mayor relajante que el silencio y por ello te invito a que compruebes como es mucho más efectivo que el ruido de la televisión.

Ya, ya sé que informa... bueno, al menos eso parece, pero por qué no leer un periodico que nunca lees por Internet, por qué no leer otros blogs, otras opiniones?

En fin, es sólo una propuesta, un experimento... ¿Hace cuánto que no haces algo de manera diferente a como lo haces siempre? ¿Por qué no apagar la tele una semana y comprobar que sucede?

¿Te atreves?

Sergio Fernández

miércoles, 8 de julio de 2009

186 | Tres ideas en torno al éxito

El pasado jueves, coincidiendo con la presentación de Vivir sin Jefe, sucedió algo que me hizo ilusión: me llamaron para sacarme un corte del programa "El oficio de vivir" de Catalunya Radio. Este programa, aunque me cuesta un poco seguirlo porque lo hacen en catalán, me parece oro puro y lo encontrarás fácilmente por Internet. El enfoque que hace de los temas es profundo pero a la vez sencillo y accesible. Te lo recomiendo.

Pues el pasado jueves me llamaron para sacarme un corte, es decir, como una especie de breve declaración sobre lo que supone el éxito y el fracaso. Ayer, alguien me sugirió que debería transcribir el texto de lo que dije y ponerlo en el blog.

Y es lo que he hecho para el post de hoy. Esto fue lo que dije [también puedes escucharlo haciendo click aquí]:

He seleccionado tres ideas de VIVIR SIN JEFE para el programa de hoy: 

La primera es el concepto de éxito antes del éxito. Normalmente se piensa que si no alcanzamos los resultados que nos hemos propuesto, hemos fracasado.

Yo, lo que digo, es que hay un éxito que va más allá del resultado, es el éxito de actuar en integridad con mis valores… y eso no depende de nadie… y mucho menos de los resultados: las cosas que yo quiero no dependen sólo de mi, a veces dependen de otras personas. La idea es que si yo me comporto de manera que aunque no logre lo que deseo, yo esté contento y orgulloso, siempre tendré éxito.

Otra de las ideas que comento en VIVIR SIN JEFE, es que La vida no es lo que nos sucede sino lo que hacemos con lo que nos sucede. Por ejemplo a mi escribir vivir sin jefe  me surgió como necesidad tras una profunda crisis de mi modelo de negocio. Si sólo me hubiera lamentado, hoy no tendría la suerte de poder compartir lo que voy aprendiendo con otras personas. La vida no es lo que nos sucede sino lo que hacemos con lo que nos sucede.

La tercera idea es comprender que fracasar, entendiendo por fracasar no lograr los resultados que me he propuesto, es inevitable. Para mi una de las ideas clave en la vida es: tómese el tiempo necesario para encontrar lo que quiere en la vida, ya sea en el amor, en el trabajo o en otra faceta y después haga todo lo que está en su mano para conseguirlo. Para mi la clave está en algo tan sencillo como desvincularme del resultado. Dejar que suceda lo que tenga que suceder, eso sí, después de poner la mejor de mis intenciones. 

Y para acabar una frase de Alejandro Jodorowsky:

Cuando dudes entre hace y no hacer, siempre haz, porque aunque fracases siempre aprenderás de la experiencia.

Sergio Fernández

martes, 7 de julio de 2009

185 | Pensamiento Positivo

Una seguidora del Pensamiento positivo me ha mandado esta mañana un enlace a una noticia que afirma que el pensamiento positivo puede hacer que nos sintamos peor.


Y yo te pregunto, porque siento verdadera curiosidad: ¿Te ha sucedido alguna vez que leyendo alguna entrada de este blog te hayas sentido peor, tal y como afirma este artículo?

¿Te hace daño, o conoces a alguien que se lo haga, el pensamiento positivo?

Sergio Fernández

sábado, 4 de julio de 2009

184 | Gracias

El pasado jueves celebramos la presentación de VIVIR SIN JEFE.

Lo único que puedo decir es gracias: gracias a todos los que vinisteis a mostrarme vuestro apoyo, gracias por la buena energía que generamos, gracias por la abundante participación, gracias por el interés en el libro, gracias por estar ahí...

La próxima semana colgaré las fotos del evento así como un breve video resumen del evento.

Y con tantas gracias me he acordado de este ejercicio que puede cambiar tu vida: dar las gracias.

Te propongo que cada noche antes de irte a la cama, dediques un par de minutos [no hace falta más] a pensar todas las cosas por las que estás agradecido. Comprobarás que probablemente sean muchas más de las que a priori pensabas y esto, sin duda, te convertirá en una persona más agradecida y, por tanto, mucho más feliz.

Dar las gracias [de viva voz y/o en silencio] puede cambiar tu vida.

Sergio Fernández

jueves, 2 de julio de 2009

183 | El precio de las cosas

Esta semana me ha pasado todos los días varias veces. Alguien me pregunta: ¿Cuánto cuesta tu libro Vivir sin jefe?

Y yo le digo que no lo sé. Y es verdad. De hecho acabo de mirar el precio vía web porque no lo sabía.

Para mi el precio de un libro es absolutamente irrelevante.

Nunca miro el precio de los libros cuando los compro. Eso sí, miro, y mucho, si realmente necesito ese libro, si realmente puede mejorar mi vida o si verdaderamente disfrutaré su lectura. El precio me da lo mismo.

Si preguntas por el precio de un libro pueden suceder dos cosas. La primera es que realmente no debas leer ese libro. La otra es que hasta el momento hayas leído libros malos. Un buen libro no tiene precio. Es un regalo de la vida. Su precio es irrelevante porque vale mucho más de lo que cuesta.

Una sola idea encontrada en un libro puede cambiar tu vida. A mi algunos libros me han cambiado la vida... ¿Cuál es el precio de esto? La verdad que no lo sé, quizá por eso nunca pregunto el precio de un libro pero selecciono muy bien lo que leo.

Sergio Fernández

miércoles, 1 de julio de 2009

182 | El café del elefante

Este fin de semana me sucedió algo curioso. Tras una frugal pero exquisita comida me entró sueño. Como tenía cosas que hacer y no me daba tiempo a echarme una breve siesta decidí vivir al límite y me tomé un café.


Digo lo de vivir al límite porque normalmente no tomo café; me excitaba demasiado.

La sorpresa vino no cuando el café me quitó el sueño sino cuando no me puso especialmente nervioso.

Me sorprendió porque yo pensaba que me ponía muy nervioso y de repente no lo hizo.

Así que como uno tiene cierta vocación de experimentador, me tomé otro. Y... sorpresa... tampoco me puso especialmente nervioso!

Entonces me di cuenta de que aún sin estar especialmente interesado en ingerir café, ya que en la medida de lo posible trato de evitar sustancias tóxicas o excitantes, me di cuenta de que si quería, podía tomar café sin acelerarme.

Y esta pequeña anécdota me hizo reflexionar sobre los límites que nos ponemos a nosotros mismos, sobre las normas o reglas que en un momento de la vida nos resultan útiles pero que en otro momento pueden caducar sin que ni tan siquiera seamos conscientes de ello.

Y entonces me acordé de esta anécdota que explica lo que hace que los elefantes no se marchen de los circos: cuando un elefante es pequeño y le atan con una cuerda a una palo anclado en el suelo, aunque el elefante tire, no puede romper el palo ni despegarlo del suelo.

Esto hace que el elefante antes o después se rinda y cese de intentar romper el palo. Así que cuando el elefante es mayor y podría no sólo romper el palo sino incluso un árbol, ni tan siquiera lo intente.

Por eso, hoy te invito a que te preguntes cuáles son los palos que en un momento dado te ataban pero que a lo mejor hoy no son lo suficientemente fuertes. También te invito a que te preguntes si hay alguna regla, que como yo con el café, ha cambiado sin que a lo mejor te hayas dado cuenta de ello.

Además te invito a que vivas intensamente el día de hoy. ¡Y esto porque sí! ;)

Sergio Fernández