lunes, 28 de septiembre de 2009

221 | Memoria del éxito

Una semana entera sin escribir en el blog. Parece un siglo. Es la primera vez que me pasa desde que empece este estilo de vida que es bloguear.

Pienso sobre qué escribir y son tantas anécdotas, historias, aprendizajes... en fin, empezaré por uno que me gustó especialmente.

El pasado jueves me escribe un e-mail una amiga y en un momento de éste me dice [y luego hablamos por teléfono y me invito a que lo publicara si quería...]:

"[...] en realidad nos deberíamos felicitar todos a diario por nuestras capacidades como personas, porque nos levantamos, porque cuidamos de nosotros, porque escribimos un email de ánimo a un amigo, porque compartimos una cena, porque prestamos nuestro tiempo y somos altruistas...por tantas cosas.
 
Acabo de tener una idea....VOY A ESCRIBIR(ME) UNA CARTA FELICITÁNDO(ME)...que a veces se me olvida la persona que soy. ¡Un ejercicio de autoestima!"

Creo minuciosamente que es necesario que dediquemos tiempo a reconocer lo que hacemos bien, a que tengamos memoria del éxito, a que seamos capaces de reconocer lo que hacemos bien y, sobre todo, a reconocer a los demás lo que hacen bien. Y a decírselo.

¡Cuántas relaciones tendrían finales más felices si simplemente reconociéramos a los demás lo que hacen bien, lo que hacen por nosotros, aquello en lo que son buenos! Sólo eso.

¡Cuántas vidas tendrían otra trayectoria si simplemente nos escribiéramos de vez en cuando una carta de felicitación [sin caer, eso nunca, en la autocomplacencia, pero de felicitación]!

¿Te escribirás una carta o dedicarás un rato a pensar por qué deberías felicitarte?

Sergio Fernández

3 comentarios:

Cristina dijo...

Cuántas veces pensamos que no somos capaces de hacer algo y dejamos que pase, cuántas oportunidades para cambiar las cosas perdemos cuando se trata de algo tan simple, en muchas ocasiones, como decir un si en lugar de un no, como pensar que puedes en lugar de pensar que no puedes.

Y cuántas veces pasamos una tarde entera reprochandonos algo que deberíamos haber hecho de otra manera en lugar de pensar en las cosas que hacemos bien, en las cosas que ayudan a la gente que nos rodea y a nosotros mismos.

¡Vamos a escribir(nos) una carta!

Joaquín - María dijo...

Está muy bien esa idea de que una persona se escriba mentalmente una carta de autofelicitación por esas múltiples cosas que hace con gran habilidad.
Aunque, realmente, más que una autofelicitación (ya, de vez en cuando, mucha gente se autocomplace por alguna subida de ego...), vendría muy bien una valiente reflexión para animarse a poner en práctica otras empresas diferentes:
Actividades que no se hacen mal del todo, pero que podrían mejorar bastante.
Actividades íntimamente apetecibles, pero que no se han emprendido nunca por razones de timidez, inseguridad...
Actividades necesarias de resolver (¿quién no las tiene?), pendientes por desidia, que son un lastre subconsciente para abordar las anteriores.
Etc.

dolores dijo...

A mí me pasó el domingo.
Te cuento : hago tartas muy muy buenas(de hecho me quiero dedicar a esto) y pensé en llevarle una tarta de manzana a una usuaria del comedor donde voy de voluntaria.....al final me dió verguenza . Pero al día siguiente lo subsané. He quedado mañana por la tarde en pasarme a ver a Maria y llevarle algo especial para ella.
De todas maneras.....lo bueno, lo que te hace sentir bien, es hacerlo cuando "se te enciende la bombilla", cuando te sale del corazón....por que la sensación es indescriptible.
Yo, ahora estoy trabajando en hacer mucho más caso a mi subconsciente . No dejar pasar el momento , sobre todo si son cosas que salen del corazón

Saludosssssssss!!!!!