Si algo me ha extrañado esta mañana de la jornada de ayer domingo consultando la prensa es que parece que hay quien no ha escuchado los gritos. Una abstención como la de ayer supone un diálogo de sordos pero a gritos: todos se enteran de lo que pasa menos los que están vocacionalmente sordos.
Sin embargo hay una cosa que me hace muy feliz y es que esto tiene necesariamente que cambiar. Es insostenible una sociedad en la que hay que cambiar de ordenador cada tres o cuatro años, en la que mi teléfono de hace dos años se queda sin batería a media mañana, un modo de vida en el que compras una manzana y prácticamente te exigen aceptar dos bolsas, una sociedad en la que aún hay personas que niegan el cambio climático y eso no es delito... y en la que nada de esto forma parte del debate político.
Y en medio de todo esto, un mensaje claro: una crisis que por más que se empeñen no es económica: es claramente de valores y de modelo social. Conclusión: una abstención galopante.
Y aún así los partidos políticos no se dan por enterados. Lo dicho: un diálogo de sordos.
Pero yo estoy feliz porque esto, que claramente no funciona [tampoco hay que ser un genio para darse cuenta] es insostenible.
Desconozco si la regenaración tardará diez o cincuenta años en llegar pero el modelo de vida que tenemos tiene que cambiar. Algunos representantes políticos no se enteran pero no es muy grave porque nosotros ya nos hemos dado cuenta. La información vuela a la velocidad del rayo en Internet y eso, no sé cuánto tiempo llevará, pero está generando un cambio apasionante.
La verdad puede tardar más o menos tiempo en aparecer pero eventualmente siempre sale a la luz.
La jornada de ayer es un diálogo de sordos pero nosotros, los que dialogamos a través de Internet, los que cada día trabajamos por un mundo mejor y no por desprestigiar al adversario llevamos las de ganar a largo plazo.
El diálogo de sordos es tan evidente que me hace feliz saber que el cambio está más cerca.
Yo seguiré trabajando cada día por ello... ¿Y tú, te animas?
2 comentarios:
en eso estamos, aunq no se vean lo resultados de forma palpable o general,yo con cada pasito logrado, aunq solo sea en mi propia conciencia y mdo de vida, me alegro un poquito.
Lo que ocurre es que, en las elecciones al Parlamento europeo, nunca ha habido mucha participación, porque el ciudadano no presta atención a algo tan lejano.
Podrá cambiar cuando Europa sea algo metido en el espítu de la gente. De momento, es algo lejano.
¡Si hasta hay gente que tiene que pensar en pesetas, por no haber digerido la correspondencia en euros!
Yo, concretamente, ya me metí en el modo de pensar en euros, meses antes de que aparecieran. Empecé a ver cuánto valía todo en euros, pero hay muchas personas que hablan todavía de pesetas, y hasta de duros. Mil duros, me dijo uno el otro día.
Publicar un comentario