Una amiga me ha mandado hoy este pequeño tesoro que quiero compartir contigo
"Nos volvemos sabios haciendo preguntas, y aún si éstas no son respondidas nos volvemos sabios, porque una pregunta bien hecha lleva su respuesta en la espalda, así como un caracol lleva su caparazón". Shunryu Suzuki Roshi.
Sergio Fernández
1 comentarios:
Pues sí...
La actitud de hacerse preguntas trascendentes, aunque se sepa que no se va a alcanzar nunca la contestación, confiere una cierta sabiduría a la persona.
Por el contrario, expresar ingenuas afirmaciones, con la convicción de un sabelotodo y la pretensión de que sean tomadas como las cristalinas y auténticas respuestas, no es precisamente un indicativo de sabiduría...
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