
lunes, 26 de abril de 2010
317 | ¡Ayúdame a mirar!

viernes, 23 de abril de 2010
316 | El peligro de la historia única
315 | La enfermedad es tu aliada
lunes, 19 de abril de 2010
314 | Una tórrida relación intelectual
Sostengo que escribir un libro es como empujar un coche que se ha quedado sin batería. Si te ha sucedido esto alguna vez, sabrás que al principio cuesta un tremendo esfuerzo poner el coche en marcha; también que poco después, una vez está rodando lo que cuesta es detenerlo.
De repente, este fin de semana me he dado cuenta de que no era yo el que tiraba del libro que estoy escribiendo, sino que era el éste quien tiraba de mi. Me he dado cuenta de que era el texto quien mandaba y no yo. Me he dado cuenta de que era él el que empezaba a marcar los tiempos.
Un libro, como cualquier otro trabajo, necesita de mucha energía al principio. Necesita una fuerte determinación y compromiso para que salga adelante. Necesita visión, sí, pero necesita sobre todo tiempo. Mucho tiempo. Un tiempo siempre superior al que uno tiene previsto. Pero una vez invertido este tiempo inicial, si tienes suerte, se prende la chispa y entonces el libro empieza a reclamar su espacio en tu vida. Empieza a ser como un niño caprichoso que requiere de sus padres tiempo, atención y mimo.
Si se prende la chispa sucede que el libro empieza a colonizar tu imaginario y de repente, sin saber cómo, estás hablando con alguien o vas conduciendo o andando por la calle y aparece una idea, una modificación, una frase que exige tu plena atención.
Entonces, el libro empieza a ser como esas novias de la adolescencia que te llamaban cada cuarto de hora por teléfono. Empieza a hablarte todo el tiempo, a ganar presencia y de repente te encuentras con él aquí y allá. Este fin de semana, cuando me he dado cuenta de que esto era lo que me estaba pasando, he sabido que estaba condenado a unos días de tórrida relación intelectual con el libro. Este fin de semana he capitulado y me he rendido al manuscrito. Por un tiempo, él mandará, como consiguen hacerlo todos los proyectos cuando llega ese momento en el que uno sabe que por fin, han arrancado.
Sergio Fernández
martes, 13 de abril de 2010
313 | Sólo un instante de mi día de hoy
Hoy me ha pasado otra vez.
Me he bajado a escribir un rato a una de mis cafeterías favoritas. Un sitio asequible, elegante, acogedor. Un pequeño descanso en medio de la jornada. Una oficina alquilada a dos cuarenta, té verde incluido. Un refugio solitario pero compartido en medio de un mediodía algo perezoso. Una pequeña concesión para evitar la siesta. Me encanta cometer este tipo de travesuras de hora y media.
Y allí me ha vuelto a pasar. En medio de murmullos sordos de otras conversaciones, de palabras que se desvanecen en el aire y de ruidos agudos de maquina de café he escuchado una canción que me encanta y que llevaba años sin recordar. Era Suedehead, de Morrissey. Un milagro. He cerrado los ojos un rato y la he disfrutado. Sólo eso. Y allí me ha vuelto a pasar: con los ojos cerrados me he dado cuenta de que es imposible no ser feliz cuando se consigue estar sólo en el presente.
Sé que empieza a ser un tema recurrente en mis posts y conversaciones pero es que creo que la vida se nos va como el agua de los bolsillos porque no nos damos cuenta de la magia de los momentos, de la presencia indiscutible del presente. Quédate un rato mirando un árbol, o la lluvia caer o a otra persona hablar o en silencio.
A mi me resulta muy difícil no sentir plenitud en ese instante, como cuando hoy escuchaba esa canción.¡Que poco necesitamos para ser felices! ¡Que idea tan extraña pensar que necesitamos algo que no tenemos para ser felices!
Últimamente me sucede algo con frecuencia y es que ideas que llevo leyendo y escuchando durante años de diferentes personas sabias, como que por ejemplo la mejor manera de ser felices es estar en el presente, de repente, además de ser teoría cobran un vigor profundo, indiscutible, poderoso. Y saber que las personas sabias y que las tradiciones espirituales, en lo básico están de acuerdo me produce una calma difícil de explicar.
Vivir solamente en el presente. No es nada nuevo. Lo sé. Pero para hoy, sólo eso.
Sergio Fernández
lunes, 12 de abril de 2010
312 | Programa de radio: ¿Cómo vivir sabiamente?
miércoles, 7 de abril de 2010
311 | Pensamiento Positivo este sábado en antena
lunes, 5 de abril de 2010
310 | Taller de Vivir sin jefe: de empleado a emprendedor
No importa la ciudad, la edad o la formación.
Cada semana me encuentro con personas que están cansadas de trabajar para otros, cansadas de no tener tiempo ni dinero. Personas que no saben cómo convertir su vocación en una profesión. Personas que quieren hacer de su vida un proyecto significativo. Personas que necesitan un cambio profesional.
Por eso, Raimón Samsó [Autor de El código del dinero] y yo vamos a impartir un taller llamado Vivir sin jefe: De empleado a emprendedor en el que a lo largo de un jornada vamos a compartir nuestras experiencias y a trabajar sobre las creencias de los asistentes. Un día entero en el que vamos a comprender cómo está cambiando el escenario económico y social y las oportunidades que genera y donde vamos a analizar los errores más frecuentes de los emprendedores.
El 8 de MAYO en Madrid y el 5 de JUNIO en Barcelona. Imprescindible inscripción previa.
Toda la información aquí.
Sergio Fernández