viernes, 19 de marzo de 2010

307 | El silencio

Ayer viajé en una compañía de esas que autodenominan de bajo coste.

El problema no radica en el pésimo tratamiento recibido, en que uno pasa de ser cliente a ser lacayo o en que el asiento esté especialmente diseñado para un niño de cinco años...

Para mi, el principal problema radicó en que la tripulación no se calló un solo segundo durante todo el vuelo... instrucciones en caso de accidente, loterías, tiendas, teléfonos móviles, bebidas, después de nuevo otra vez bebidas, recogida de los restos de la bebidas, ¿necesitas un coche de alquiler?, una música estridente que se autofelicitó por aterrizar puntual... son sólo algunos de los sonidos que recuerdo de un viaje enemistado con el silencio... y yo sólo me preguntaba ¿Qué problema tenemos con el silencio?

¿Por qué como personas y como sociedad nos cuesta tanto permanecer en silencio? ¿Por qué nos da pánico estar sin escuchar nada? En el programa de esta semana de Pensamiento positivo, dedicado a ¿Cómo vivir sabiamente?, y que colgaremos dentro de unos días, Walter Riso nos proponía el ejercicio de estar un día entero en silencio... ¡Que gran propuesta!

El silencio nos permite concentrarnos en lo esencial, nos permite conectar con lo que somos y esto, en una sociedad que tiende a dispersarnos, es de agradecer.

Dos frases al respecto del silencio para cerrar el post de hoy:

La primera son los cuatro principios de los alquimistas: Querer, poder, osar y callar.

La otra es de Teresa de Calcuta: El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio.

Sergio Fernández

9 comentarios:

dolores dijo...

Me encanta que hayas puesto este post hoy.
Esta mañana me he levantado pensando que por ejemplo actos tan rutinarios como encender la radio para escuchar noticias al saltar de la cama, nos distraen de nosotros mismos, de lo que pretendemos hacer .......y de vez en cuando lo que hago es simplemente pasar de "ruidos que no me aportan absolutamente nada"y centrarme en escuchar mi interior.
Va muy bien y sobre todo te centras muchisimo más .
Las noticias y la televisión nos distraen y nos aportan bastante poco.
Gracias de nuevo, Sergio

Feliz fin de semana

Unknown dijo...

Buen dia de comienzo de primavera...de llegada de tiernos brotes llenos de potencial.

Gracias Sergio por tu dedicación a este potencial en tí...y por compartirlo y así inspirar a otros...GRACIAS.

Haciendo honor al silencio y sus frutos recomiendo la pelicula "EL GRAN SILENCIO".

Y a él me retiro.

hasta pronto

Lupe dijo...

Gracias por este post sobre el Silencio. Esta especie de 'horror vacui' es algo que podemos comprobar en muchos sitios, en los que si no hay música de fondo (en los peores casos, verdaderas discotecas que ni te dejan oir al otro)o mejor dicho, ruido de fondo, nos parece que falta algo vital. Quizá hace falta escucharse y escuchar más al otro.
Estoy de acuerdo en lo de la película "El Silencio".
Lástima de viaje en avión!.Podrías hacerles una sugerencia al respecto...
Saludos

Anónimo dijo...

Siempre me he preguntado de dónde sacaría Manolo García ("El último de la fila") aquella frase de "Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir") de su canción Ruge Mistral... recientemente leí que se trata de un proverbio árabe.
¡Muchas veces cuando voy a responder a alguien con una crítica recuerdo esa frase!

Bego Paredes dijo...

ryanair? a mi hoy otra me ha relajado sobremanera (musica ambiental, atencion distinguida, sonrisas discretas) y otra me ha puesto de los nervios (ruidos,golpes,gritos)
a veces son las propias personas a tu alrededor quienes piensan q los silencios son malos, incomodos, y prefiere llenar los huecos con estupideces y falsdades vacias, ¿como explicar que a veces quieres disfrutar del silencio?

Anónimo dijo...

El silencio de hoy en día:

http://www.elpais.com/vineta/?autor=Forges&d_date=20100320&anchor=elpporopivin&k=Forges


A.

El dijo...

Entiendo lo que dices. Muchos podemos contar miles de situaciones semejantes que nos ponen de los nervios... Buscando tranquilidad, paz, silencio... encontramos ruido, molestias, vociferío...

Ahora bien, también podemos recordar momentos en los que una situación semejante no nos causaba ningún pesar. Estábamos en paz. No buscábamos que la situación fuera diferente. Todo era como tenía que ser.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Que tema más propicio!!!justamente entiendo tanto del silencio porque me encanta!!, el ruído también pero sólo cuando de trata de estar dando un paseo por el centro de la ciudad.
He tenido problemas con unos vecinos porque para ellos molestarnos con ruído les daba igual (o les da en tiempo presente), yo en cambio he tenido una crisis nerviosa a causa de ello, y es más, aún por las noches me cuesta mucho dormir...
Cada vez que en casa tengo un momento de SILENCIO, siento PAZ!!!.
Recuerdo a mi profesor de filosofía que decía: el ruído mata!!! y ahora entiendo lo que nos quería transmitir...y es que hay que reposar, hay que tener un equilibrio, a veces el barullo te da ánimo porque sientes a las demás personas a tu alrededor, pero una dósis de silencio es imprescindible! qué pena que mucha gente no lo valore y encima nos fastidien a los que sí lo hacemos.
saludos!

Nahi.

Joaquín - María dijo...

Hay veces en que el silencio apetecido es como un oasis en medio de un desierto ruidoso.
En otras ocasiones, el silencio puede llegar a ser irritante y provoca ganas de oír algo que denote vida, aunque sea una hormigonera...
Hay seres (¡pobres!) que llaman ruido a la música.
Otros, en cambio, no saben vivir si no es oyéndola continuamente: ¿la escuchan de verdad?
Está quien se queda impasible ante un barullo de ruidos que para otros, sin embargo, resulta insoportable.
Y hay personas que pretenden vivir como si la naturaleza no les hubiera dotado de oídos y que se molestan por todo lo que suena.
En fin, Sergio, un tema que da para hablar y hablar: ¡gargantas produciendo sonidos!