miércoles, 29 de abril de 2009

149 | Todo lo que no sé

Cuando una persona empieza a aprender sobre un nuevo campo es frecuente que atraviese consecutivamente por estas cuatro fases:

- Al principio desconoce todo lo que desconoce.
- Después pasa a conocer todo lo que desconoce, es decir que se hace consciente de su ignorancia.
- Posteriormente empieza a conocer y se da cuenta de todo lo que va aprendiendo.
- Por último, empieza a saber tanto de ese nuevo área que acaba por desconocer todo lo que sabe.

Pues bien, a pesar de que vuelvo a estar sin ordenador propio [gracias, ingenieros de Windows por hacernos malgastar nuestro tiempo] y mi vida laboral empieza a resentirse por ello, ayer conseguí hacer un hueco para continuar con mi curso de
cata de vinos y empezamos un nuevo tema: los olores.

Sin duda, puedo afirmar que me encuentro en la segunda fase de las antes citadas. Ayer descubrí aspectos y matices acerca de los olores que ni siquiera sabía que podían existir, y aplicadas posteriormente a una cata de vinos blancos fermentados en barrica me abrió un mundo de posibilidades sencillamente fascinante. Me encanta aprender cosas nuevas cuya existencia desconocía.

Y mientras tanto espero poder acercarme cada vez más y en todos los aspectos de mi vida a esa cuarta fase de las etapas del aprendizaje. Windows Vista mediante, por supuesto.

Sergio Fernández

1 comentarios:

José Ricardo Fernández dijo...

Es muy cierta esa cadena del aprendizaje; o, más bien, curva empinada.

Cuando más se sabe es cuando más se desconoce.